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FYI: Actualización de los temas emergentes en operaciones bancarias
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Sistemas de distribución para la educación financiera en la teoría y la práctica

22 de septiembre de 2004

Introducción
Si bien el conocimiento financiero pudo haber sido considerado alguna vez simplemente como una ventaja "extra" conveniente para ayudar a optimizar la planificación financiera, la extraordinaria transformación de los mercados financieros de consumidores en la última década ha convertido a la educación financiera nada más ni nada menos que en una herramienta esencial de supervivencia. La falta de conocimientos financieros puede derivar en decisiones desacertadas que perjudican a las personas y, en última instancia, a toda una comunidad. Pero un buen criterio financiero es cada vez más difícil de ejercitar de manera consistente en un área donde la cantidad y la complejidad de los productos financieros aumentan con gran rapidez. Notablemente, el perfil demográfico en EE.UU. ha cambiado y ha abierto nuevos grupos de potenciales clientes financieros, al mismo tiempo que los mercados mismos han cambiado y han puesto productos crediticios en particular a disposición de los clientes como nunca antes lo habían hecho. Hasta los consumidores financieros experimentados pueden sentirse abrumados por la nueva complejidad del mercado; pero es la creciente población de personas con menos experiencia o "los no bancarizados" (personas que no tienen relaciones bancarias) la que resulta aun más vulnerable al fraude, al abuso o simplemente a realizar elecciones erróneas.

Queda claro, entonces, que la educación financiera es esencial dado el ambiente financiero actual. Las instituciones financieras, las empresas, las organizaciones comunitarias y los encargados de elaborar políticas han reconocido la importancia de la educación financiera y en la actualidad abundan los programas de estudio de educación financiera en los sectores público y privado. No obstante, la decisión de ofrecer un programa de educación financiera elemental es sólo el primer paso de un largo camino hacia una verdadera educación financiera. Los educadores deben tomar decisiones difíciles en relación con los objetivos fundamentales de este esfuerzo, la información a presentar, la audiencia a la que va dirigida esta educación elemental, y los medios que se utilizarán para medir el éxito final de este esfuerzo. Si bien las investigaciones han demostrado que las personas con menos conocimientos financieros en general tienden a ser integrantes de grupos minoritarios, personas solteras, más jóvenes o de mayor edad que el promedio, tienen ingresos más bajos y reciben educación menos formal, la realidad es que las necesidades de educación financiera varían en gran manera en los distintos grupos demográficos.1 Algunas personas necesitan una educación general básica que cubra todos los temas financieros, mientras que otras pueden beneficiarse con el estudio intensivo de un tema en particular. De este modo, si pretendemos que los estilos y métodos de enseñanza sean efectivos, éstos deben elaborarse cuidadosamente para adaptarse a la audiencia específica.

En una edición anterior de FYI se analizó la reciente revolución en los préstamos para consumidores y las implicancias en la educación financiera; también se presentó a Money Smart, el programa de estudios para educación financiera elemental de la FDIC.2 Esta edición de FYI continúa con el análisis de la educación financiera elemental, poniendo énfasis en el desarrollo y la distribución de programas de educación financiera desde una perspectiva teórica y práctica. Money Smart se presenta como un estudio de caso y se evalúan los resultados de una nueva encuesta de instructores de Money Smart.

Métodos de distribución para la educación financiera
Si bien está ampliamente aceptado que la educación financiera elemental es esencial para generar patrimonio, lograr objetivos financieros a largo plazo y disfrutar de un bienestar económico duradero, los mejores métodos para poner en práctica programas de educación financiera son mucho menos claros. Desafortunadamente, no existe una respuesta fácil en relación al mejor modo de distribuir información sobre educación financiera; un enfoque que se adapte a todas las necesidades puede servir a ciertos segmentos de la población, pero resultará inadecuado para muchos otros segmentos que poseen necesidades y preferencias que difieren notablemente. Por lo tanto, se recomienda que la distribución esté más adaptada a las necesidades específicas.

El método de distribución comprende los detalles conceptuales y operativos de un programa de educación financiera - quién, qué, dónde, cuándo, por qué y cómo. Los educadores deben determinar qué es lo que desean lograr con el programa, a quién desean instruir, qué información desean presentar, en qué entorno lo harán y qué medios van a utilizar para ello. Todos estos aspectos deben ser considerados en profundidad en forma individual y junto con otras características de diseño. Como la compatibilidad del método de distribución seleccionado puede determinar el eventual éxito o fracaso del esfuerzo, en teoría se han identificado ciertas mejores prácticas para cada uno de estos aspectos que pueden ayudar a maximizar los logros de los estudiantes.
    ¿Por qué?
    La primera consideración es el objetivo fundamental del programa. Por ejemplo, muchos programas de educación financiera se ofrecen en escuelas. Estos programas están típicamente diseñados para brindar a los jóvenes el conocimiento económico y financiero general que necesitan para administrar sus finanzas en forma independiente cuando sean adultos y evitar futuros problemas financieros. Otros programas están diseñados para los adultos que no tienen experiencia financiera, y tienen por objeto presentarles las nociones bancarias básicas y servir de conducto hacia la corriente financiera principal. Otras iniciativas tienen fines mucho más específicos, como enseñar a los compradores de vivienda por primera vez cómo solicitar una hipoteca, ayudar a los deudores a administrar sus cronogramas de pago, o mostrar a los empresarios cómo financiar los gastos de los comercios pequeños. Cada uno de estos objetivos es importante, pero está claro que no pueden implementarse en forma simultánea; el marco de un programa de educación financiera será diferente en función de la misión fundamental del programa.

    ¿Quién?
    Otra decisión clave es definir la audiencia apropiada, para que los tipos de programas específicos lleguen a las personas que más necesidades tienen en las distintas áreas. Según se reveló en un estudio reciente realizado por Hogarth, Beverly y Hilgert, existen marcadas e importantes diferencias determinadas estadísticamente por las características demográficas que comparten grupos con diferentes clases y niveles de necesidades de educación financiera.3 El estudio realizó un sondeo del comportamiento financiero de las personas y clasificó sus necesidades de educación financiera en función del grado de cumplimiento de las prácticas financieras recomendadas. Se determinó que las personas que necesitan educación financiera integral que cubra todos los temas básicos (flujo de caja, ahorros e inversión) eran en su mayoría mujeres solteras hispanas o de color, pertenecientes a familias numerosas, con menos educación formal y menores ingresos familiares que las personas cuyo comportamiento financiero positivo indicó que no tienen necesidad de educación financiera adicional (Vea la Figura 1). Entre estos extremos se identificaron grupos con necesidades específicas de educación financiera. Por ejemplo, un subgrupo obtuvo buenos resultados con respecto al comportamiento en cuanto a flujo de caja y ahorros, pero demostró necesitar más educación relacionada con actividades de inversión. Este grupo estaba integrado en su mayor parte por personas con educación universitaria, pero también estaba compuesto por personas de mayor edad, lo que implica que los programas de educación orientada a la inversión pueden ser más exitosos si se elaboran teniendo en mente una audiencia más madura y más instruida. De todo esto se concluye que los educadores financieros deben tener en cuenta las características demográficas y culturales de sus audiencias para diseñar e implementar un programa.

    Figura 1

    Existen notables diferencias demográficas entre las personas que necesitan educación financiera y los que ya siguen las prácticas financieras recomendadas.
    Característica No necesitan educación financiera Necesitan educación financiera básica
    Proporción de familias 10% 11%
    Estado civil
    Casados 74% 43%
    Hombres solteros 15% 16%
    Mujeres solteras 11% 41%
    Raza
    Blanca 89% 60%
    Negra 1% 20%
    Hispanos 1% 12%
    Otra 7% 4%
    Se desconoce 2% 5%
    Educación
    Secundaria o inferior 10% 45%
    Universitaria 24% 27%
    Universitaria o superior 66% 25%
    Se desconoce 0% 3%
    Ingreso medio $93.500 $30.000
    Fuente: Hogarth, Beverly y Hilgert.

    ¿Qué?
    Una inquietud estrechamente relacionada con la audiencia es la elección de áreas de temas e información específica a incluir en el programa de estudios. Esta decisión debe considerarse junto con la identificación de la audiencia, ya que sabemos que los diferentes segmentos de la población se verán beneficiados con distintos temas educativos en función del conocimiento y la experiencia particular. Algunos investigadores han utilizado grupos de enfoque y encuestas para determinar con exactitud las áreas de temas más importantes para las distintas audiencias. Toussaint-Comeau y Rhine, por ejemplo, encontraron que los temas de interés para las audiencias con ingresos bajos son administración financiera personal, presupuesto y registro de archivos; mientras que los estudiantes universitarios consideraron útil la información sobre tarjetas de crédito y las personas con empleo se mostraron interesadas en temas de retiro e inversión.4 En otro estudio de investigación se analizaron las áreas específicas en las que no tienen experiencia financiera las audiencias, para ayudar a determinar dónde debe centrarse la capacitación práctica. En un ejercicio, Hogarth y Hilgert descubrieron que es menos probable que las personas con menos conocimientos financieros en general - comparadas con sus pares con mayores conocimientos - hayan tenido ciertas experiencias financieras básicas, como tener una cuenta de cheques, una cuenta de ahorros o un fondo para emergencias (Vea la Figura 2).5 Por lo tanto, es importante que los programas de educación para una población adulta general con poca educación financiera elemental incluyan estas prácticas financieras.

    Figura 2 Los consumidores con menos conocimientos financieros tienen menos experiencias financieras d

    En muchos casos, las personas son conscientes de sus deficiencias en una o más áreas y tienen la motivación para mejorar su situación. De hecho, una buena práctica de educación financiera es descubrir los momentos de motivación y aprovecharlos, ya que generalmente es más fácil atraer a los estudiantes a los programas diseñados en torno a un problema u objetivo particular. Con esto en mente, una estrategia de muchos programas de educación financiera es brindar a sus audiencias información relevante a la tarea o problema inmediato. Esto puede verse, por ejemplo, cuando se proporciona educación financiera a través de centros de capacitación laboral, clínicas de preparación de declaraciones impositivas, programas Welfare-to-Work (paso del sistema de bienestar social al mundo laboral) u otros servicios sociales.

    Cuando los participantes están motivados para conseguir un empleo, comprar una vivienda o ahorrar para un objetivo particular, pueden estar mucho más abiertos a adquirir las habilidades financieras necesarias para alcanzar sus objetivos que si se presentaran los temas financieros en un contexto menos apropiado. De hecho, los estudios de investigación muestran que las personas con motivación personal se comprometen más con los comportamientos financieros positivos recomendados que sus pares menos motivados. Los estudios también sugieren que las personas con ingresos bajos en particular tienden a ser más receptivas a la educación financiera cuando tienen un incentivo inmediato.6 Se ha identificado que la definición de objetivos es una manera importante de ayudar a las personas a realizar progresos financieros y el poder ver los resultados tendientes a estos objetivos actúa como una motivación para continuar mejorando el comportamiento financiero.7 Por consiguiente, la elección de los temas debe reflejar cuidadosamente las inquietudes y las motivaciones actuales de la audiencia.

    ¿Dónde/cuándo/cómo?
    Finalmente, los educadores deben estructurar el entorno donde planean ofrecer los programas de educación. Esto incluye la elección del formato del programa (por ej., un seminario, un curso, una sesión de asesoría o una campaña de servicio público), el diseño de los materiales educativos apropiados, la definición de estrategias de comercialización, la búsqueda y capacitación de los instructores y la definición de fechas y lugares de las reuniones de los grupos, según sea necesario. Es importante notar que los distintos grupos demográficos prefieren la presentación de la información en formatos bien diferenciados. Para la población en general, Internet ha demostrado ser la fuente de información financiera personal más popular. Sin embargo, el subgrupo de personas que no tienen experiencia bancaria no parece estar de acuerdo con esta tecnología; por lo tanto, no se puede utilizar como un método de distribución universal.8 De hecho, las mujeres, las minorías, las personas de mayor edad y los menos instruidos, los que en su mayoría no tienen experiencia bancaria y necesitan un cierto grado de educación financiera, informan que prefieren aprender en un ambiente comunal antes que hacerlo a través de un curso formal o en seminario informal.

    Además, cualquier material de presentación o folleto debe estar redactado en un nivel apropiado a la audiencia. La puntuación en la educación financiera elemental está fuertemente relacionada con el nivel de ingresos que, a su vez, se relaciona con el nivel de alfabetización general.9 Las personas con ingresos bajos son las que más necesitan educación financiera, pero también son las que tienen habilidades de alfabetización general más bajas, un hecho que deben tener en cuenta los educadores en la preparación de las lecciones.

    Finalmente, los participantes deben sentirse cómodos en el ambiente de aprendizaje. Los adultos prefieren recibir educación de personas que sean similares a ellos. Hogarth y Swanson encontraron que en el contexto de los programas de educación financiera, que en su mayoría son destinados a personas con bajos ingresos, esto significa que los mejores educadores pueden provenir de ambientes de recursos limitados o al menos tener conciencia de experiencias de recursos limitados.10

    Preguntas adicionales
    Un desafío adicional es la necesidad de equilibrar las limitaciones prácticas con las características de distribución preferidas. En ocasiones, el método de aprendizaje preferido de una audiencia puede no ser el más efectivo. Por ejemplo, los consumidores de bajos ingresos tienden a preferir recibir educación de sus familiares, amigos y pares. Sin embargo, este método no resulta útil si el grupo de pares también carece de conocimientos financieros y comparte información financiera poco confiable. En otros casos, la mejor estrategia de distribución puede no ser viable debido a problemas de financiamiento o de personal. Por ejemplo, la asesoría personalizada ha demostrado ser efectiva para mejorar el comportamiento y los conocimientos financieros, pero requiere de demasiados recursos para ser el método de distribución primario elegido por la mayoría de las organizaciones. Por consiguiente, mientras que la teoría puede ayudar a identificar ciertas buenas prácticas, las cuestiones prácticas también son importantes para plasmar sistemas de distribución de educación financiera viables.
Programas de educación financiera en la práctica
En la actualidad hay una amplia variedad de programas de estudio de educación financiera en uso, lo que demuestra las muchas maneras en que las organizaciones pueden diseñar e impartir educación financiera.11
    Programas escolares
    Uno de los metodos más populares comúnmente utilizado para la educación financiera es el sistema de escuelas públicas. La enseñanza escolar es preventiva por naturaleza y brinda a los estudiantes los conocimientos que necesitan para evitar problemas financieros cuando son adultos y para ser responsables de sus propias finanzas, a pesar de que los temas que se cubren, la cantidad de capacitación y el tiempo de la misma puede variar en gran manera en los distintos estados, e incluso en los distintos distritos escolares.

    La Jump$tart Coalition for Personal Financial Literacy se dedica a mejorar la educación financiera elemental de los jóvenes adultos y es un importante recurso para los educadores financieros desde jardín de infantes hasta 12º grado.12 Jump$tart ha identificado programa de estudios de finanzas personales y material de alta calidad y ha desarrollado normas para regir el desarrollo y la implementación de iniciativas de educación financiera. Según quedó evidenciado en el extenso centro de información sobre material financiero de Jump$tart, las escuelas cuentan con una amplia variedad de programas para elegir. Mientras algunas escuelas ofrecen cursos formales durante la jornada escolar, muchos sistemas escolares tienen programas especiales para educar a pequeños grupos de estudiantes que desean recibir instrucción en forma voluntaria como actividad extracurricular. Un ejemplo de estos programas es Junior Achievement, una organización nacional que todos los años llega a más de cuatro millones de estudiantes en todo el país. Junior Achievement se encarga de asociar a empresas y educadores para brindar capacitación práctica a estudiantes de jardín de infantes hasta 12º grado.13 Otras iniciativas utilizan instituciones financieras u otros patrocinadores corporativos cuyos voluntarios prestan servicios como instructores o incluso ofrecen servicios bancarios básicos a estudiantes.

    Algunos estados han implementado mandatos sobre finanzas personales que exigen que los sistemas escolares incorporen temas relacionados con presupuesto, ahorro y crédito en los programas de estudio. En la actualidad, 14 estados tienen estos mandatos. Nuevamente, los requisitos específicos de los mandatos difieren notablemente. Sin embargo, hay evidencia de que en general los mandatos pueden ser exitosos para dar forma a las prácticas financieras de los adultos. De hecho, los adultos que han asistido a escuelas secundarias en los estados donde la educación financiera es obligatoria registraron índices de ahorro 1.5 por ciento superiores a los adultos que asistieron a escuelas en estados donde no se aplican estos requerimientos.14 Si bien la educación escolar puede ser muy efectiva, es importante observar que los estudiantes que abandonaron la escuela, que no asistieron a los cursos o que por algún motivo no recibieron capacitación no tendrán la oportunidad de acceder a este tipo de iniciativa y será necesario ofrecerles oportunidades de educación financiera en otro momento de sus vidas.

    Instituciones financieras
    Las instituciones financieras pueden resultar excelentes educadores, debido a que poseen el conocimiento integral y preciso de los mercados financieros y cuentan con la información más actualizada sobre los últimos productos y servicios financieros del mercado. Sin embargo, en ocasiones resulta difícil para las instituciones financieras llegar a todas las poblaciones, debido a que las personas con bajos ingresos no tienen vínculos con la industria financiera principal. Además, puede pensarse que los programas ofrecidos por las instituciones financieras específicas tienen cierta parcialidad o es posible que se vean afectados por el conflicto de intereses de la industria financiera entre mejorar la rentabilidad y hacer que los productos bancarios estén accesibles a las personas con bajos ingresos que no tienen experiencia bancaria.

    Por consiguiente, puede ser difícil, particularmente para las personas con bajos ingresos, recibir capacitación financiera directamente de las instituciones financieras. Sin embargo, las instituciones financieras desempeñan un rol muy activo e importante en los esfuerzos de educación financiera elemental. Una encuesta realizada por la Consumer Bankers Association en 2003 reveló que prácticamente todos los bancos, más del 98 por ciento, proporciona algún tipo de programa de educación financiera. Los tipos más comunes de educación financiera que ofrecen los bancos son asesoría sobre propiedad de vivienda/hipotecas, programas de hipotecas a precios accesibles y asesoría crediticia, proporcionados por el 96 por ciento, el 93 por ciento y el 91 por ciento de los bancos, respectivamente. En comparación, los bancos generalmente no ofrecen programas destinados específicamente a personas que no tienen experiencia bancaria; sólo el 57 por ciento de los bancos ofrece este tipo de programas.15 (Vea la Figura 3.)

    	Las instituciones financieras ofrecen muchos programas y servicios de educación financiera destinados a grupos específicosd

    Muchas instituciones financieras ofrecen educación financiera a través de diversas herramientas y recursos de planificación en sus sitios Web, como bibliotecas de artículos u hojas de trabajo interactivas. Algunas instituciones incluso han desarrollado sus propios programas de estudio. El Lincoln Financial Group, por ejemplo, ha diseñado una clase para los dos niveles de alumnos de escuela secundaria sobre administración del dinero. Otro ejemplo es Practical Money Skills for Life de Visa, que incluye planes de lecciones para padres o maestros de estudiantes que acuden a la escuela, desde el nivel preescolar hasta el nivel universitario.16

    Organizaciones comunitarias
    Muchos programas de estudio de educación financiera elemental, incluidos los desarrollados y patrocinados por instituciones financieras, resultan más efectivos cuando se ofrecen en conjunto con organizaciones comunitarias. A pesar de que algunos grupos comunitarios elaboran sus propios cursos o materiales de educación financiera, muchos encuentran beneficioso asociarse con un banco o con otra institución para obtener ayuda con el desarrollo del programa de estudios. Sin embargo, las organizaciones comunitarias son esenciales para llegar a las poblaciones de destino, ya que conocen en profundidad sus componentes y pueden asegurar que la educación financiera se adapte a las necesidades de los residentes. A menudo, la educación financiera elemental no forma parte de la misión central de los grupos de servicios sociales, pero estas organizaciones están comprobando que resulta valioso ofrecer capacitación financiera como un medio para ayudar a las personas a lograr otros objetivos importantes. Neighborhood Housing Services (NHS), por ejemplo, tiene muchas oficinas locales que ofrecen asesoría para propiedad de vivienda.17 NHS reconoce que un inadecuado conocimiento financiero puede ser un obstáculo para los potenciales compradores de vivienda, por eso el personal de NHS brinda educación sobre presupuesto, crédito y roles de las instituciones financieras, entre otras cosas, como parte del proceso de asesoría.

    Agencias gubernamentales
    Muchas agencias del gobierno federal tienen un interés directo en mejorar la educación financiera elemental en Estados Unidos. Muchos ciudadanos ven al gobierno federal como una fuente de información confiable y objetiva en relación con todos los aspectos de los mercados financieros y la educación al consumidor; por tal motivo, las iniciativas del gobierno tienen el potencial de llegar a una audiencia amplia y diversa. Algunas agencias federales desarrollan y difunden su propio material educativo, y muchas otras ayudan a proporcionar financiamiento para una gran cantidad de iniciativas de educación financiera locales o nacionales. El Departamento del Tesoro, el Servicio de Renta Interna (IRS), el Departamento de Trabajo, la Fábrica de Moneda de EE.UU., el Federal Reserve Bank of Atlanta, el Federal Reserve Bank of Dallas, la Securities and Exchange Commission (Comisión de Intercambio y Garantías) y la Social Security Administration (Administración de Seguridad Social) son algunas de las entidades que ofrecen sus propios programas o planes de estudio; y muchas otras agencias respaldan otras iniciativas o recursos.18

    Como la educación financiera se ha convertido en una prioridad cada vez más importante, el gobierno ha fortalecido sus esfuerzos para coordinar proyectos de educación financiera y hacer que la información financiera esté disponible en todo el país para todos los que la necesitan. Una de las iniciativas más recientes fue la creación de la Financial Literacy and Education Commission (Comisión de Educación y Alfabetización Financiera). Veinte departamentos, agencias y comisiones federales se reunieron para la reunión inaugural de la Comisión en enero de 2004. En conformidad con la Ley de Equidad y Veracidad en las Transacciones Crediticias (Fair and Accurate Credit Transactions Act) promulgada por el Presidente Bush el 4 de diciembre de 2003, los objetivos de la Comisión son alentar los esfuerzos del gobierno y del sector privado por promover la educación financiera elemental y organizar los esfuerzos de educación financiera del gobierno federal, que incluyen la identificación y promoción de mejores prácticas. Ya se ha comenzado a trabajar en dos de los principales cargos legislativos: establecer y mantener un número telefónico gratuito para educación financiera y establecer y mantener un sitio Web para educación financiera que sirva como centro de información para los ciudadanos que buscan información y programas de educación financiera. Estos pasos importantes ayudan a demostrar el compromiso del gobierno federal de garantizar la seguridad financiera a todos los norteamericanos.
Evaluación de los programas de educación financiera
Si bien los estudios de caso académicos teóricos y prácticos pueden ser de ayuda para diseñar y desarrollar iniciativas de educación financiera, aún sigue presente el desafío fundamental de evaluar el éxito final de la difusión de un programa de educación financiera elemental. Se ha definido a la educación financiera elemental como "la capacidad para comprender términos y conceptos financieros y traducir este conocimiento hábilmente en comportamiento".19 De este modo, para poder evaluar los méritos de la educación financiera en la práctica es importante comprender de la manera más precisa posible el vínculo entre el conocimiento y la acción; en muchos casos, la educación financiera sólo resulta útil hasta el punto en que el conocimiento que genera produzca cambios positivos en el comportamiento.

Para analizar el vínculo entre el conocimiento y el comportamiento, tanto directamente como separado de los efectos de la educación misma, Hogarth, Beverly y Hilgert estudiaron patrones de comportamiento financiero e identificaron características comunes compartidas por personas que manifiestan ciertos comportamientos.20 Las personas de la muestra utilizada para el estudio debieron realizar una prueba sobre conocimientos financieros y se les preguntó sobre sus prácticas financieras relacionadas con flujo de caja, ahorros e inversiones. El análisis de variables múltiples reveló que las calificaciones del examen eran correlativas con los comportamientos positivos en los tres tipos de actividades. Para cada tipo de actividad, las personas con las calificaciones más altas eran las que tenían comportamientos financieros positivos y eran las que menos registraban hábitos financieros precarios. La otra variable que tuvo importancia estadística fue la experiencia financiera; las personas que tenían experiencia personal o habían aprendido sobre temas financieros de familiares y amigos eran las que seguían las prácticas financieras recomendadas; si bien estos efectos fueron menores que los efectos del conocimiento financiero. Así, si bien se reconoce que el conocimiento no es necesariamente la única manera de provocar un impacto en el comportamiento, los autores destacan el vínculo entre el conocimiento y el comportamiento y concluyen que la educación puede resultar útil si imparte nuevos niveles de conocimiento financiero de manera exitosa.

Existe evidencia de que la educación financiera puede, de hecho, influenciar el comportamiento de los consumidores, pero es difícil medir los efectos de las características de un método de distribución particular aisladas de las demás. De todos modos, existe un cuerpo de investigación que examina programas individuales y evalúa su éxito en relación con los objetivos originales. Esto ayuda en gran medida a determinar si los programas están siendo correctamente diseñados y destinados a las audiencias correspondientes para lograr el impacto deseado. Por ejemplo, los mandatos de la educación financiera en escuelas públicas han resultado exitosos para incrementar los ahorros de los adultos y el capital neto, mientras que otros programas, como el programa Money 2000 de U.S. Cooperative Extension System, han hecho que los participantes reduzcan los saldos crediticios y aumenten las cuentas de ahorros.21 Del mismo modo, los empleados que asistieron a talleres de capacitación sobre opciones de ahorros para el retiro ofrecidos por sus empleadores a menudo aumentaron la participación en los planes 401(k) de sus compañías.22 La educación financiera también puede ayudar a prevenir los problemas de calidad de los créditos. Un estudio de la Federal Home Loan Mortgage Corporation (Freddie Mac) reveló que las personas que habían recibido asesoría en propiedad de vivienda antes de la compra de una vivienda registraban índices de morosidad hasta un 34 por ciento inferiores a las personas que no habían recibido esta capacitación.23 Finalmente, la educación financiera puede ayudar a corregir problemas pasados. Las personas que han recibido asesoría crediticia después de pasar por dificultades financieras registraron menos morosidad y tuvieron mejores calificaciones de riesgo crediticio en los tres años posteriores a las sesiones de asesoría que los tomadores de préstamos que no buscaron asesoría.24

Si bien las evaluaciones de los programas son ciertamente instructivas para evaluar el impacto de diversos esfuerzos de educación financiera, en la práctica, muchas organizaciones carecen de la experiencia o de los recursos necesarios para llevar a cabo evaluaciones integrales. En 2003, la Consumer Bankers Association informó que casi un cuarto de los bancos que ofrecían cursos de asesoría en hipotecas/propiedad de vivienda no medían la eficacia de sus programas.25 La mayoría de los bancos que sí intentaban medir el éxito de sus programas basaban las evaluaciones en la cantidad de solicitantes calificados que producían, centrándose de manera razonable en las oportunidades de negocios creadas para la industria bancaria. Muchos otros bancos simplemente basaban sus evaluaciones en la cantidad de participantes. Muy pocos bancos pudieron realizar una evaluación basada en los efectos conductuales captados por los índices de morosidad o incumplimiento de las personas que completaron los programas, o sometieron a los participantes a una prueba previa y posterior. Debido a las limitaciones que enfrentan muchas organizaciones cuando intentan evaluar sus propios esfuerzos, la investigación independiente continua sigue siendo una herramienta necesaria para ayudar a informar a los educadores financieros y plasmar futuras iniciativas.

Descripción general de Money Smart
Este artículo ha presentado diversos ejemplos de técnicas de educación financiera en la teoría y la práctica. Ahora abordaremos Money Smart como un estudio de caso detallado de diseño, distribución y evaluación de la educación financiera. El origen de Money Smart fue el resultado directo de los esfuerzos realizados por la FDIC varios años atrás para dar respuesta a las inquietudes de los consumidores, la industria bancaria y las agencias del gobierno en relación con las prácticas abusivas y engañosas del mercado. Para examinar las soluciones a este problema, la FDIC organizó foros sobre préstamos abusivos en siete localidades en todo el país. A estas reuniones asistieron banqueros, líderes comunitarios, funcionarios locales y estatales y residentes locales. Los participantes identificaron los problemas de sus áreas geográficas particulares y recomendaron soluciones entre las que se incluían leyes y un mejor cumplimiento de las reglamentaciones existentes. Pero había una solución que todos los participantes recomendaban: una mejor educación de los consumidores.

Esta recomendación proporcionó el incentivo para que la FDIC desarrollara Money Smart. La FDIC reconoció la necesidad de un enfoque más integral de la educación financiera para equipar mejor a los consumidores para ingresar en la corriente financiera principal. Se observó que los consumidores necesitan comprender la amplia variedad de servicios financieros que tienen a disposición en la actualidad. También necesitan comprender las disposiciones existentes que los protegen contra la discriminación o el trato injusto en el proceso de préstamos y los recursos disponibles para ellos dentro de la ley. Money Smart fue creado para dar solución a un número específico de problemas que afectan a los consumidores, a saber: la falta de relaciones bancarias tradicionales para millones de norteamericanos, la utilización de los llamados "prestadores alternativos" ("fringe providers") por parte de los consumidores a costos que no pueden afrontar, los prestamistas abusivos que perjudican a segmentos vulnerables de la población, el robo de identidad, los informes de crédito inexactos y el mal uso del crédito.

Debido a que estos problemas son particularmente graves para los adultos con ingresos bajos y moderados, especialmente los que son nuevos en el sistema bancario o están fuera del sistema bancario principal, esta población se convirtió en la audiencia inicial de Money Smart. Con esta audiencia en mente, el programa de estudios Money Smart comienza con presentaciones de temas de finanzas personales y temas bancarios rudimentarios, y luego continúa hacia temas más avanzados. Específicamente, Money Smart consiste en diez módulos de capacitación guiados por instructores, que se detallan en la Figura 4.



Figura 4

Los módulos de capacitación de Money Smart inician a los estudiantes al sistema bancario principal.
Módulo de capacitación Tema que cubre
Curso bancario básicoIntroducción a los servicios bancarios
Conceptos básicos sobre préstamosIntroducción al crédito
Conceptos básicos sobre cuentas corrientesCómo elegir y mantener una cuenta de cheques
Páguese usted primeroLa importancia y los beneficios del ahorro de dinero y los métodos para lograrlo
Cuestiones de dineroCómo preparar un presupuesto personal
Conozca sus derechosDerechos y responsabilidades del consumidor
Su crédito y ustedLa importancia del historial crediticio
Uso correcto de su tarjeta de créditoCostos y beneficios del uso de una tarjeta de crédito
Préstamos personalesCostos y beneficios de los préstamos para consumidores
Su vivienda propiaIntroducción a los préstamos para vivienda
Fuente: FDIC


El sistema de módulos fue diseñado para ser flexible, fácil de enseñar y fácil de aprender. El programa de estudios puede ser ofrecido en su totalidad, o se pueden utilizar módulos específicos para llenar brechas en otros programas de educación financiera. De este modo, los estudiantes que ya poseen un conocimiento bancario básico pueden utilizar los temas más avanzadas, mientras que las audiencias que pueden sentirse abrumadas por demasiada información pueden concentrarse en los módulos más básicos. Money Smart también puede ser utilizado de a un tema por vez, por ejemplo, como partes de sesiones de asesoría en propiedad de vivienda o seminarios de crédito para consumidores.

Desde su presentación en 2001, se han distribuido más de 136.000 copias del programa de estudios de Money Smart a una gran variedad de organizaciones, que incluyen no sólo instituciones financieras sino también diversos tipos de instituciones públicas, privadas y sin fines de lucro (Vea la Figura 5). Debido a que la población de adultos con ingresos bajos a moderados sin experiencia bancaria o limitadamente bancarizados es muy heterogénea, la FDIC comprende que es importante trabajar con tantos tipos de instituciones educativas como sea posible para asegurar la distribución del programa a la mayor cantidad de participantes de la mayor variedad de ámbitos posible. Ninguna organización podría llegar de manera efectiva a una audiencia de naturaleza tan diversa.
    Alianzas y asociaciones
    Muchas de las organizaciones que recibieron el programa de estudios de Money Smart se unieron con la FDIC como miembros de la Alianza Money Smart. Hasta la fecha, hay más de 900 miembros de la Alianza que trabajan para promover y/o mejorar la implementación del programa de estudios de Money Smart. Los miembros pueden colaborar con los esfuerzos de Money Smart dictando cursos, auspiciando clases, facilitando la implementación del programa, promoviendo Money Smart, financiando proyectos locales, evaluando los proyectos de Money Smart, y haciendo crecer las redes de distribución y difusión de Money Smart. Los actuales miembros de la Alianza incluyen instituciones financieras, universidades, bases militares, profesionales de servicios de extensión, proveedores de educación para adultos, colegios comunitarios, organizaciones comunitarias, grupos religiosos, organizaciones del sector privados, proveedores de servicios de educación, proveedores de servicio de capacitación y/o empleo y agencias del gobierno.

    El programa de estudios de Money Smart se ha distribuido a diversos tipos de organizacionesd

    Está claro que los miembros de la Alianza no necesitan tener alcance nacional, a menudo son las organizaciones locales pequeñas las que pueden provocar el impacto más profundo en una comunidad. De hecho, un factor crítico en la amplia distribución de Money Smart a sus audiencias ha sido el énfasis en el trabajo de las oficinas de la FDIC de áreas y regiones para establecer relaciones con organizaciones locales que están mejor situadas para llevar Money Smart a las personas y comunidades que pueden beneficiarse más con la educación financiera. Consistente con las mejores prácticas, esto permite a los participantes aprender de los educadores que son sus pares y que tienen fuertes lazos con la comunidad y comparten ambientes y experiencias similares a las de los estudiantes.

    Al mismo tiempo, la FDIC reconoce los beneficios de extender la distribución. Para tal fin, la FDIC ha formado asociaciones formales con 25 organizaciones nacionales del sector público y privado que tienen la capacidad de distribuir Money Smart en todo el país. Estas asociaciones son un componente crítico de la estrategia de la FDIC para distribuir la educación financiera a más consumidores. A continuación presentamos algunos ejemplos de los diversos mecanismos de distribución utilizados bajo acuerdos nacionales con los socios de Money Smart:
    • Rural Housing Service del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA)se unió con la FDIC para proporcionar a personas y familias con bajos ingresos que viven en zonas rurales educación financiera cuando solicitan préstamos para vivienda a través de los programas de Desarrollo Rural de USDA. Los préstamos obtenidos a través de Rural Housing Service de USDA ofrecen a las personas que actualmente no poseen una vivienda adecuada y que no pueden obtener crédito la oportunidad de adquirir, construir, rehabilitar o mejorar sus viviendas, o trasladarse a nuevas ubicaciones en zonas rurales. Más de 43.000 familias obtienen servicios anualmente a través del programa de préstamos, con montos de préstamos que promedian entre $73.000 y $82.000.
    • La Conference of State Bank Supervisors (CSBS) acordó promover y distribuir el programa de estudios de educación financiera Money Smart de la FDIC a cada uno de los departamentos nacionales reguladores de bancos estatales. Este acuerdo de asociación promociona Money Smart a los consumidores en los departamentos bancarios de los 54 estados, confederaciones y territorio de EE.UU.
    • El Departamento de Defensa (DOD) está ofreciendo educación financiera a 1.4 millones de militares, hombres y mujeres, y sus familias dentro del país y en el extranjero, a través de la oferta de sus cursos de capacitación básica y seminarios continuos programados regularmente. A través de su acuerdo con la FDIC, DOD ha adoptado Money Smart para utilizarlo en más de 3.000 instalaciones militares en todo el mundo y espera llegar a 200.000 personas.
    • La Neighborhood Reinvestment Corporation, una corporación pública sin fines de lucro creada por el Congreso en 1978 para revitalizar comunidades de ingresos bajos, ha utilizado el programa de estudios de Money Smart para capacitar a aproximadamente 175 educadores de 24 organizaciones locales sin fines de lucro en todo el país. A su vez, estos educadores instruirán a un número de entre 1.000 y 2.000 estudiantes cada año.
    • Blacks in Government (BIG), una asociación de desarrollo profesional sin fines de lucro y apartidista que representa a más de 2,5 millones de afroamericanos empleados en el gobierno local, estatal y federal; se ha comprometido a alentar a sus más de 300 filiales locales a adoptar el programa de estudios de educación financiera Money Smart.
    • Bajo su acuerdo nacional, Wachovia Corporation, un banco con sede en Charlotte, NC, estableció el objetivo inicial de llegar a 5.000 personas de ingresos bajos y moderados en 2003 en el Distrito de Columbia y en los 11 estados donde Wachovia ofrece servicios financieros completos. Wachovia ofrece clases de Money Smart in inglés y español mediante transmisión vía satélite a iglesias, escuelas y grupos de extensión. Wachovia también creó vídeos de Money Smart en inglés y español para que utilicen los socios comunitarios y empleados voluntarios.

    Sitios modelo
    La distribución de Money Smart no sólo se centra en la cantidad sino también en la calidad de los métodos de distribución que se utilizan para llegar a las audiencias. La FDIC desarrolló programas modelo para mejorar el sólido programa de estudios financiero combinándolo con otros tipos de programas utilizados por la misma población destino. Específicamente, un sitio modelo es una iniciativa sostenible en la cual las clases de Money Smart se dictan en forma regular, con participación activa de una o más instituciones financieras, y se establecen vínculos con otros programas de servicios o de desarrollo de patrimonio. Según se recomienda en el material publicado sobre educación financiera, la estrategia de sitios modelo presenta la educación financiera junto con otros servicios y saca provecho de las motivaciones de los participantes para alcanzar su objetivos variados, aunque relacionados.

    La FDIC ha formado 17 sitios modelo a través de asociaciones con coaliciones comunitarias y bancarias para vincular a la educación financiera con cuentas y servicios bancarios de bajo costo, servicios de preparación gratuita de declaraciones impositivas a través de VITA (programa voluntario de asistencia impositiva) del IRS para reembolsos de EITC (crédito del gobierno federal sobre el impuesto a la renta), Cuentas de Desarrollo Individual (IDA), asesoría para propiedad de vivienda, asesoría para el empleo y otros programas. Estos sitios demuestran la flexibilidad del programa de educación financiera Money Smart y su capacidad para llegar a diversos grupos de consumidores, extendiéndose más allá de las poblaciones de destino iniciales. Las 6 oficinas de región y las 2 oficinas de área de la FDIC, y también nuestra sede central en Washington DC, han establecido proyectos de sitios modelo de Money Smart. A continuación presentamos algunos puntos destacados de estos esfuerzos:

    • El Sitio modelo DeKalb Workforce Center en DeKalb, Georgia se estableció como una asociación con organizaciones comunitarias, instituciones financieras, escuelas y agencias gubernamentales. Las actividades han sido diseñadas para satisfacer las necesidades de individuos anglo e hispano parlantes que no tienen cuentas bancarias, para minimizar su vulnerabilidad a las prácticas de préstamos abusivos y fomentar relaciones de larga duración entre las instituciones financieras y los consumidores no bancarizados. El plan de estudios de Money Smart sirve como el elemento educativo central en los talleres de educación al consumidor que se realizan para personas con ingresos bajos a moderados. Estos talleres están vinculados con productos y servicios bancarios de bajo costo disponibles para quienes participan en el programa. Una parte integral de la estructura de este sitio modelo fue un subsidio de $271.000 otorgado a uno de los socios del sitio modelo, DeKalb County Extension Service. El subsidio fue financiado por el Programa First Accounts 2002 (Primeras Cuentas) del Departamento del Tesoro de EE.UU. El Programa First Accounts se vinculó a Money Smart debido a la compatibilidad de su objetivo, que es suministrar recursos financieros para desarrollar e implementar programas que extiendan el acceso a servicios financieros de las personas con ingresos bajos a moderados que actualmente no tienen cuentas bancarias en una institución financiera.

      El personal de DeKalb Cooperative Extension Service y voluntarios de instituciones financieras ofrecen clases de Money Smart en DeKalb Workforce Center, DeKalb Cooperative Extension, Latin American Association y la sala comunitaria de Plaza Fiesta. Todos los participantes del Programa First Accounts que completan la serie de talleres de educación para el consumidor, que consta de seis partes, reciben un certificado de Money Smart de la FDIC. Los certificados se pueden llevar a los socios bancarios como ayuda para abrir una cuenta bancaria de bajo costo. Otros socios de sitios modelo también ofrecen a los consumidores acceso a VITA (programa voluntario de asistencia impositiva), capacitación para el empleo, Cuentas de Desarrollo Individual y programas de propiedad de vivienda.

    • Willimantic-Danielson Partnership: El sitio modelo ACCESS Agency, Inc. surgió como resultado de una asociación entre una organización comunitaria sin fines de lucro y dos One-Stop Employment Centers (Centros Integrales de Empleo) de la Iniciativa Connecticut Works del Departamento de Trabajo. ACCESS es un programa de acción comunitaria sin fines de lucro, orientado a satisfacer las necesidades de personas con ingresos bajos a moderados que residen en comunidades rurales, con un énfasis especial en el suministro de sus servicios a beneficiarios del sistema de bienestar social que están ingresando al mundo laboral. ACCESS ofrece una amplia gama de programas para promover la autosuficiencia, como entrenamiento en capacidades existenciales, asesoramiento personal y grupal, programas de mentorazgo en capacidades familiares, capacitación laboral y servicios post ubicación laboral. El plan de estudios de Money Smart se utiliza junto con el componente de educación financiera dentro de una cantidad de programas ofrecidos por ACCESS a sus clientes anglo e hispano parlantes. La autosuficiencia financiera es una parte integral de la estrategia de servicios de los programas TANF (Asistencia Temporaria para Familias con Necesidades) e IDA (Cuentas de Desarrollo Individual), que están incluidos en el programa ACCESS.26 ACCESS también brinda servicios de preparación voluntaria de declaraciones impositivas y promueve los reintegros de EITC entre los participantes de las clases de Money Smart que reúnen los requisitos.

      Los instructores de ACCESS utilizan siete de los módulos de Money Smart para dar clases semanales a lo largo de un período de siete semanas. ACCESS también da una clase especializada de Money Smart utilizando el módulo Asuntos de dinero, para clientes de bajos ingresos de Connecticut Light & Power Company. El Savings Institute of Willimantic ofrece cuentas bancarias de bajo costo como apoyo al programa IDA.

    • El Centro, ubicado en Kansas City, Kansas, proporciona servicios sociales a los inmigrantes latinos que viven en el área metropolitana de Kansas City. El objetivo de El Centro es revitalizar las zonas deprimidas de Kansas City y reducir la dependencia de sus clientes de los prestamistas abusivos y de los programas de contratos de escrituración al cancelar el préstamo. La asociación entre la FDIC y El Centro se centra en asimilar a los inmigrantes latinos al sistema financiero estadounidense; permitir que los inmigrantes latinos abran cuentas bancarias; fomentar el acceso a oportunidades de desarrollo de patrimonio para los inmigrantes latinos; brindar orientación a los bancos acerca de cómo servir a los clientes latinos y promover la conciencia acerca del mercado latino entre las instituciones financieras.

      La asociación emplea una estrategia integral de desarrollo de patrimonio y los estudiantes que reciben educación financiera también pueden acceder a servicios complementarios que permiten a los inmigrantes acumular dinero. Por ejemplo, los clientes de El Centro pueden depositar los reembolsos que obtienen a través de los servicios de preparación gratuita de presentaciones impositivas del programa VITA y del programa Low-Income Tax Clinic (Clínica Impositiva para Individuos de Bajos Ingresos) en una cuenta IDA Wyandotte y, a su vez, utilizar el dinero de las cuentas para comprar una vivienda a precios accesibles a través de uno de los préstamos hipotecarios que ofrece El Centro a los clientes que no pueden obtener financiamiento a través de un prestamista tradicional, como las personas que no poseen un número de Seguro Social y utilizan formas alternativas de identificación o las personas con historiales crediticios alternativos.

      La FDIC y El Centro también ofrecen la Feria de Finanzas para los inmigrantes que desean abrir cuentas. En las ferias anteriores, varias instituciones financieras que aceptan identificaciones alternativas, como la matrícula consular y el número de identificación de contribuyente individual, estuvieron presentes para la apertura de cuentas.27 Además, representantes del Internal Revenue Service (IRS) y del Consulado de México procesaron solicitudes para los dos documentos mencionados anteriormente.


    Una tarea en curso
    Cuando se presentó Money Smart en el verano de 2001, se distribuyó en formato de papel en idioma inglés. Desde su presentación, se han realizado una serie de mejoras al programa. Debido a que los estudios de investigación revelan que las poblaciones de inmigrantes están desatendidas en los mercados bancarios y, de este modo, se convierten en miembros importantes de la audiencia de Money Smart, los materiales del programa se han traducido al español, chino, coreano y vietnamita para que estén disponibles para los grupos de inmigrantes de más rápido crecimiento y mayor tamaño del país. Además, Money Smart ahora está disponible en CD-ROM y también en la versión original en papel; esto ayuda a reducir los costos de producción y reasigna los recursos para que puedan ser utilizados en la mejora de otros productos. Recientemente se lanzó una versión interactiva del programa de estudios en CD-ROM y en el sitio Web de la FDIC. Las distintas posibilidades de acceso al programa beneficiarán a las personas que prefieren experiencias de aprendizaje fuera del ámbito de la comunidad, las personas que aprenden mejor con métodos de enseñanza combinados, o las que no pueden asistir a los cursos de Money Smart debido a problemas de horarios o de ubicación geográfica.

    Debido a que Money Smart continúa siendo un programa de estudios basado en gran medida en instructores, la FDIC estableció talleres de capacitación de instructores en 2003 para estimular la capacidad de distribución del programa. Estos talleres destinados a bancos y organizaciones comunitarias no sólo aumentaron la capacidad al generar más instructores, sino que también brindaron un elemento de estandarización entre las organizaciones para la enseñanza en las aulas. La FDIC ha proporcionado más de 300 talleres gratuitos de capacitación de instructores a los que asistieron más de 7,400 representantes de organizaciones. La FDIC proyecta que anualmente cada instructor brindará educación financiera a aproximadamente 40 consumidores de ingresos bajos y moderados.
Evaluación de Money Smart
El pequeño pero importante cuerpo de investigación que ha evaluado a Money Smart hasta la fecha ha mostrado evidencia de la eficacia de este programa desde el punto de vista de los participantes y de los instructores.
    Resultados del estudio de estudiantes
    Los estudios de investigación realizados por Lyons and Lyons and Scherpf revelaron que Money Smart ha logrado educar a individuos no bancarizados y los ayudó a formar relaciones en el mercado financiero principal.28 Los datos obtenidos provienen de participantes de Money Smart en Chicago entre septiembre de 2001 y abril de 2002, y la muestra incluyó 92 individuos no bancarizados. De ellos, sólo 18 declararon que no tenían interés en abrir una cuenta bancaria aun después de completar las clases de Money Smart. Si bien sería necesario realizar un seguimiento de los individuos para saber si sus intenciones de abrir una cuenta realmente se cumplieron, lo importante es que el programa cambió el conocimiento y las actitudes de los participantes en materia de bancos lo suficiente como para ejercer influencia en su manera de pensar.

    Además, cuando se analizan los factores específicos que ejercen influencia en la decisión de un participante de abrir una cuenta bancaria después de completar Money Smart, los autores encontraron que las únicas variables importantes fueron las relacionadas al programa mismo. La intención de abrir una cuenta no dependió de ninguna característica demográfica, pero varió según la evaluación que hicieron los estudiantes del programa Money Smart. Aquéllos que sintieron que el programa aumentó su nivel de conocimientos financieros y mejoró su capacidad para administrar sus finanzas informaron que tenían intenciones de abrir una cuenta bancaria después de terminar el curso. Si bien el tamaño de la muestra utilizada para este estudio era pequeño, de todas maneras implica que Money Smart está teniendo éxito en alentar a las personas no bancarizadas a abrir cuentas bancarias.

    Algo para tener en cuenta; cuando se les preguntó a los participantes no bancarizados de la muestra por qué no tenían una cuenta, más del 70 por ciento declaró que no tenía suficiente dinero. De esto se desprende que las limitaciones financieras desempeñan un papel crítico. Aun después de completar el programa de estudios deMoney Smart, algunas personas pueden no estar en una posición financiera lo suficientemente sólida como para mantener una cuenta bancaria; de este modo, lo que lograron adquirir a través de la educación financiera más la decisión de permanecer no bancarizados también puede interpretarse como un éxito relativo.

    Resultados de la encuesta de instructores
    La FDIC recientemente finalizó un esfuerzo en gran escala al encuestar a más de 9.000 organizaciones que solicitaron Money Smart entre julio de 2001 y octubre de 2002. Se recolectaron datos de 2.651 encuestados, 934 de los cuales dictó alguna parte del programa de estudios Money Smart durante 2001 y 2002. Una posterior encuesta de organizaciones que solicitaron Money Smart en 2003 aportó respuestas de 4.174 organizaciones, 1.740 de las cuales utilizaron el programa de estudios como mínimo en parte. Los resultados, que se analizan a continuación, miden el éxito de las características de diseño del programa y los métodos de distribución desde el punto de vista de los instructores. Además, las preguntas generales sobre las prácticas de educación financiera de las organizaciones permiten comparar las características de Money Smart con los elementos más populares entre los educadores. Si bien los continuos esfuerzos por encuestar a los estudiantes mismos proporcionarán una descripción más precisa del éxito final de los participantes en ingresar al mercado financiero principal, esta encuesta ayuda a medir hasta qué punto el programa influye en el comportamiento de los estudiantes y los alienta a formar relaciones bancarias. De hecho, analizando los informes más recientes de los instructores podemos inferir que más de 300.000 estudiantes recibieron instrucción con el programa de estudios de Money Smart y cerca de 40.000 graduados abrieron cuentas bancarias después de completar la capacitación.

    En este análisis, es importante observar que los índices de respuesta de la encuesta original y de la encuesta posterior de seguimiento fueron del 28 por ciento y del 16 por ciento, respectivamente. Si bien esto coincide con las expectativas para una encuesta realizada por correo/correo electrónico, es un índice muy bajo para poder llegar a alguna conclusión sobre la mayor cantidad de organizaciones que solicitaron Money Smart. Las organizaciones que eligieron responder a la encuesta pueden haber tenido más éxito con el programa que las organizaciones que no respondieron. De este modo, si asumimos que las opiniones de los encuestados representan las opiniones de todas las organizaciones, podemos estar exagerando el nivel de éxito del programa. Si bien este margen de error no reduce la importancia de los resultados, representa una limitación digna de mencionar al analizar los resultados de la encuesta.

    Satisfacción general
    Los que respondieron a la encuesta de instructores se mostraron plenamente satisfechos con la calidad general del programa. De hecho, el 85 por ciento de los encuestados que dictó alguna parte del programa de estudios calificó a Money Smart como "excelente" o "muy bueno", y sólo el 1 por ciento calificó al programa como "regular" o "deficiente". 29 Incluso las organizaciones que no ofrecieron ninguna parte del programa de estudios de Money Smart coincidieron en que el contenido del programa satisfacía sus necesidades. Sólo el 5 por ciento de las organizaciones que eligieron no enseñar Money Smart opinó que el contenido era inapropiado o que la calidad era insuficiente.

    Notablemente, las organizaciones con frecuencia no pudieron ofrecer Money Smart debido a limitaciones monetarias; el 41 por ciento de las organizaciones que no enseñaron Money Smart mencionó la falta de personal o de presupuesto. Otro 24 por ciento declaró que desconocía la existencia del programa cuando preparó su programa de estudios de educación financiera. La FDIC ayuda a los educadores a superar estos obstáculos mediante la distribución gratuita de Money Smart para ayudar a reducir los costos y mediante sesiones de capacitación de instructores sin costo alguno para ayudar a desarrollar la experiencia pericia del personal.

    Preferencias de diseño
    Muchos encuestados (el 57 por ciento) que ofrecieron algún tipo de educación financiera (pero no necesariamente Money Smart) eligieron concentrarse en los principios fundamentales de la educación financiera elemental, como temas de presupuesto, ahorro y administración de deudas. Las organizaciones no optaron por ofrecer temas más complejos o especializados; sólo el 15 por ciento ofreció educación para el desarrollo de pequeños negocios, el 14 por ciento ofreció planificación para el retiro, y el 8 por ciento cubrió la preparación de presentaciones impositivas. Puede observarse que el programa de estudios de Money Smart sirve para presentar los aspectos básicos bancarios en lugar de proporcionar una educación más avanzada; de este modo, el programa se adapta a las demandas de los educadores que en general desean presentar conceptos elementales.

    Entre los educadores que utilizaron Money Smart, el 72 por ciento utilizó las dos partes del programa de estudios que más se enseñan, el Curso bancario básico y Cuestiones de dinero.30 Las organizaciones no mostraron preferencias por utilizar algunos de los temas más especializados del programa de estudios, como Conozca sus derechos, Préstamos personales y Su vivienda propia. Estos módulos fueron ofrecidos por el 41 por ciento, el 39 por ciento y el 40 por ciento de los educadores de Money Smart, respectivamente (Vea la Figura 6). Nuevamente, esto destaca la tendencia de los educadores hacia temas más rudimentarios. Pero lo importante es que el diseño adaptable de Money Smart permite a los instructores ofrecer cualquier parte del programa de estudios que pueda ser apropiado para una audiencia particular, en cualquier orden, y omitir otras secciones sin poner en peligro la capacidad de utilización del programa.

    Resulta interesante que el 68 por ciento de las organizaciones que enseñaron Money Smart también utilizó otras herramientas de educación financiera para enseñar los mismos temas que cubre Money Smart, en lugar de complementar el programa de estudios de Money Smart con temas adicionales. Además, de estas organizaciones que utilizaron Money Smart y otros materiales, el 87 por ciento los combinó.

    Los educadores utilizan ampliamente los módulos básicos de Money Smartd

    Preferencias de distribución
    En general, los educadores de las organizaciones que ofrecen cualquier tipo de programa de educación financiera identificaron a las poblaciones adultas de bajos ingresos como audiencia para sus programas (el 57 por ciento). Los educadores también incluyeron entre su audiencia a los estudiantes de educación secundaria y/o universitaria (el 40 por ciento) pero no especificaron una audiencia para los programas de desarrollo de patrimonio (el 18 por ciento). Debido a que el programa de estudios de Money Smart fue diseñado para educar a adultos de ingresos bajos, el programa está destinado a la población exacta a la que la mayoría de los educadores desea llegar. No obstante, el programa de estudios de Money Smart es lo suficientemente adaptable como para ser utilizado con otras poblaciones.

    En su inmensa mayoría, los instructores que enseñaron el programa de estudios de Money Smart consideraron que el programa es fácil de usar - el 80 por ciento calificó la facilidad de uso como "excelente" o "muy buena". La satisfacción de los educadores con la implementación del programa es una manera crucial de medir el éxito de la distribución del programa, ya que los instructores constituyen el canal de distribución del programa. Otro resultado positivo es que el 79 por ciento de los educadores de Money Smart se mostró "un poco" o "muy" interesado en asistir a la sesión de capacitación de instructores. Es importante que los educadores mismos, de quienes depende el sistema de distribución de Money Smart, estén ansiosos por mejorar su eficacia.

    La mayoría de los educadores (el 58 por ciento) indicó que utiliza el método de enseñanza tradicional en aulas. Los educadores financieros también incluyeron la enseñanza con soporte informático como parte de la enseñanza en las aulas (el 35 por ciento), y pocos eligieron la enseñanza sólo por computadora (el 7 por ciento). Si bien el programa de estudios de Money Smart fue diseñado originalmente en un entorno de aula formal, que actualmente es el método de enseñanza más utilizado, la FDIC también distribuye versiones en CD-ROM de las lecciones de Money Smart y recientemente presentó una versión interactiva de enseñanza con soporte informático (CBI) que está disponible en CD-ROM y en el sitio Web de la FDIC. Estos formatos de "próxima generación" pueden utilizarse para estudiar en forma independiente o combinarse con la enseñanza más tradicional. Estas opciones serán de gran ayuda para las organizaciones que proporcionan sesiones en aulas, en vista de la limitada oferta de programas de estudio con soporte informático disponibles; también brindarán a los instructores la oportunidad de combinar sus herramientas de enseñanza, si lo desean; y permitirán a los educadores y a los estudiantes que no pueden dictar o asistir a una clase formal tener acceso a los materiales de educación financiera.

    Motivaciones
    Cuando se preguntó a las instituciones financieras por qué habían elegido ofrecer el programa de estudios de Money Smart, el 56 por ciento de los encuestados indicó que el programa de educación sería una buena oportunidad de negocios y una manera muy importante de atraer nuevos clientes; otro 30 por ciento consideró que era una importante oportunidad de negocios. De este modo, las instituciones reconocen que la mejora de la educación financiera elemental no sólo ayudará a los estudiantes sino también a toda la comunidad financiera.

    Finalmente, cabe mencionar que las instituciones financieras indicaron que al tomar la decisión final de adoptar Money Smart, consideraron importante que el programa tuviera el "sello" de la FDIC (el 56 por ciento). Esto implica que las instituciones confían en la FDIC como una fuente precisa e imparcial de información.

    Próximas evaluaciones del programa
    Para actualizar y mejorar en forma permanente el programa de estudios de Money Smart, la FDIC está realizando evaluaciones adicionales del programa para complementar los resultados de estas encuestas iniciales. En 2004, la FDIC encuestará a todos los participantes de las sesiones de capacitación de instructores. El objetivo de esta encuesta será evaluar las percepciones sobre la eficacia de la iniciativa, determinar si las sesiones proporcionan las habilidades necesarias para enseñar a adultos que están fuera de la corriente financiera principal, y medir el número de estudiantes al que cada instructor impartió enseñanza.

    Además, la FDIC está elaborando una encuesta para los participantes, para determinar en forma directa si el programa de estudios de Money Smart resulta eficaz para mejorar sus habilidades de administración del dinero y para cambiar su comportamiento financiero. La encuesta será administrada por la organización Gallup en tres partes: se realizará una encuesta previa a la capacitación para evaluar el conocimiento inicial de los participantes y el uso del sistema bancario y de los conceptos de administración financiera; se realizará una encuesta posterior a la capacitación para determinar los cambios en el nivel de conocimientos de los estudiantes y para evaluar si tienen intenciones de utilizar los servicios bancarios e implementar las técnicas de administración financiera aprendidas y; se realizará una encuesta telefónica a los 12 meses de terminada la capacitación para identificar las maneras específicas en que los estudiantes cambiaron su comportamiento en relación con la administración financiera (esto es, si abrieron cuentas bancarias, aumentaron sus ahorros, repararon su historial crediticio o elaboraron un presupuesto).

Conclusiones
Queda claro que la educación financiera elemental es un componente crítico del mercado financiero actual. Si bien el diseño y la distribución de un programa de educación financiera destinado a las audiencias específicas puede resultar una tarea difícil, tenemos evidencia de que muchos programas están teniendo éxito en lograr que las personas adquieran un mejor conocimiento financiero y desarrollen cambios positivos en su comportamiento financiero. Las personas están ingresando en el sistema bancario en un momento en que los productos financieros se vuelven cada vez más complejos; por lo tanto, es necesaria una vigilancia continua para asegurar que las iniciativas de educación financiera continúen cumpliendo sus objetivos.

Con este propósito, la FDIC estableció metas ambiciosas para el Programa Money Smart. Habiendo superado el objetivo de distribuir 100.000 copias del programa de estudios, la FDIC ahora intenta establecer asociaciones con 1.000 organizaciones e instituciones en los 50 estados y espera exponer a un millón de consumidores a su programa de educación financiera para el año 2007. Este esfuerzo, junto con las valiosas iniciativas de educación financiera que se están implementando en todo el país, no sólo fortalecerá la infraestructura financiera de los Estados Unidos, sino que también ayudará a personas y comunidades a cumplir los objetivos financieros establecidos.

1 Jeanne M. Hogarth, Sondra Beverly and Marianne Hilgert, "Patterns of Financial Behaviors: Implications for Community Educators and Policy Makers" (Patrones de Comportamiento Financiero: Implicancias para los Educadores Comunitarios y los Encargados de Elaborar Políticas), borrador para el análisis, Community Affairs Research Conference, Federal Reserve Board, febrero de 2003), http://www.federalreserve.gov/communityaffairs/national/CA_Conf_SusCommDev/pdf/hogarthjeanne.pdf - PDF 327k (Ayuda PDF).

2 Donna Gambrell, "Financial Education in a Dynamic Banking Environment" (Educación Financiera en un Ámbito Bancario Dinámico), FYI, Federal Deposit Insurance Corporation, 5 de noviembre de 2003, http://www.fdic.gov/bank/analytical/fyi/2003/110503fyi.html.

3 Vea la nota 1.

4 Maude Toussaint-Comeau and Sherrie L.W. Rhine, "Delivery of Financial Literacy Programs" (Distribución de Programas de Educación Financiera Elemental), Consumer Issues Research Series Policy Studies, Federal Reserve Bank of Chicago, diciembre de 2000, http://www.chicagofed.org/publications/publicpolicystudies/ccapolicystudy/pdf/cca-2000-7.pdf - PDF 92.2k (Ayuda PDF).

5 Jeanne M. Hogarth and Marianne A. Hilgert, "Financial Knowledge, Experience and Learning Preferences: Preliminary Results from a New Survey on Financial Literacy" (Conocimientos Financieros, Experiencia y Preferencias de Aprendizaje: Resultados Preliminares de una Nueva Encuesta sobre Conocimientos Financieros Elementales),Consumer Interest Annual 48 (2002), http://www.consumerinterests.org/files/public/FinancialLiteracy-02.pdf - PDF 432k (Ayuda PDF).

6 Vea la nota 1 y Katy Jacob, Sharyl Hudson, and Malcom Bush, "Tools for Survival: An Analysis of Financial Literacy Programs for Lower-Income Families" (Herramientas para la Supervivencia: Análisis de los Programas de Educación Financiera Elemental para Familias con Bajos Ingresos), Woodstock Institute, 2000, http://woodstockinst.org/document/toolsforsurvival.pdf - PDF 185.44k (Ayuda PDF).

7 Barbara O'Neil et al., "Successful Financial Goal Attainment: Perceived Resources and Obstacles" (Logro de Objetivos Financieros: Recursos y Obstáculos Percibidos), Financial Counseling and Planning 11, no. 1 (2000).

8 Sherrie L.W. Rhine and Maude Toussaint-Comeau, "Consumer Preferences in the Delivery of Financial Information: A Summary" (Preferencias de los Consumidores en la Distribución de Información Financiera: Resumen), Consumer Interests Annual 48 (2002).

9 Vea la referencia de Jacob, Hudson, and Bush en la nota 6.

10 Jeanne M. Hogarth and Josephine Swanson, "Using Adult Education Principles in Financial Education for Low Income Adults" (Uso de los Principios de Educación para Adultos en la Educación Financiera para Adultos de Bajos Ingresos), Bienal de Family Economics and Resource Management, 1995.

11 "Tools for Survival" (Herramientas para la Supervivencia) de Jacob, Hudson and Bush (vea la nota 6) presenta un análisis detallado de la educación financiera ofrecida por distintos tipos de instituciones; de este análisis se extrajeron las áreas establecidas en la sección anterior Programas de educación financiera en la práctica.

12 El sitio Web de la Jump$tart Coalition for Personal Financial Literacy es http://www.jumpstart.org/.

13 El sitio Web de Junior Achievement es http://www.ja.org/.

14 Douglas Bernheim, Daniel M. Garrett, and Dean Maki, "Education and Saving: The Long-Term Effects of High School Financial Curriculum Mandates" (Educación y Ahorro: Los Efectos a Largo Plazo de los Mandatos de los Programas de Estudio de Educación Financiera en Escuelas Secundarias), documento de trabajo 6085, National Bureau of Economic Research, Cambridge, julio de 1997), http://papers.nber.org/papers/w6085.v5.pdf - PDF 730.51k (Ayuda PDF).

15 Consumer Bankers Association, Encuesta 2003 de Programas de Educación Financiera Elemental Patrocinados por Bancos, abril de 2003, http://www.cbanet.org.

16 El sitio Web de administración del dinero del Lincoln Financial Group es http://www.lfg.com/LincolnPageServer?LFGPage=/lfg/ipc/myp/lrn/index.html, y el sitio Web de Practical Money Skills for Life de Visa es http://www.practicalmoneyskills.com/index.php.

17 El sitio Web de Neighborhood Housing Services es www.nhsaonline.org/.

18 Si desea más información sobre las iniciativas federales, consulte el Directorio Federal de Educación Financiera creado por la Oficina de Educación Financiera del Departamento del Tesoro (www.treas.gov/offices/domestic-finance/financial-institution/fin-education/resources/index.html).

19 Vea la referencia de Jacob, Hudson, y Bush en la nota 6.

20 Vea la nota 1.

21 Vea la nota 14. Entre 1996 y 2000, los participantes de Money 2000, un programa de desarrollo de patrimonio diseñado para alentar a los participantes a ahorrar para un objetivo financiero, incrementaron su capital neto por un total de $15,2 millones. Una encuesta realizada en 1998 reveló que el 86 por ciento de los participantes informó tener una mayor conciencia y conocimiento de temas de finanzas personales o temas relacionados con dinero, y el 79 por ciento informó que había incrementado sus ahorros y/o inversiones desde su participación en el programa. También consulte Barbara O'Neill et al., "Money 2000TM: Feedback from and Impact on Participants" (Money 2000TM: Impacto en los Participantes y Respuestas), Publicación de extensión 38, no. 6 (Diciembre de 2000). Desde entonces, Money 2000 se convirtió en Money 2020 y se ha incorporado al programa America Saves (http://www.americasaves.org/).

22 Jinhee Kim, Constance Y. Kratzer and Irene E. Leech, "Impacts of Workplace Financial Education on Retirement Plans" (Impacto de la Educación Financiera en el Lugar de Trabajo sobre los Planes de Retiro), Ed. Jeanne M. Hogarth, Proceedings of the 2001 Annual Conference of the Association for Financial Counseling and Planning Education (Medidas de la Conferencia Anual 2001 de la Asociación para Asesoría Financiera y Planificación de la Educación), 2001.

23 Abdighani Hirad and Peter Zorn, "A Little Knowledge Is a Good Thing: Empirical Evidence of the Effectiveness of Pre-Purchase Homeownership Counseling" (Saber un Poco es Bueno: Evidencia empírica de la efectividad de la asesoría en propiedad de vivienda previa a la compra de una vivienda), documento de trabajo, Freddie Mac, mayo de 2001), www.freddiemac.com/corporate/reports/pdf/homebuyers_study.pdf - PDF 165k (Ayuda PDF).

24 Gregory Elliehausen, E. Christopher Lundquist and Michael E. Staten, "The Impact of Credit Counseling on Subsequent Borrower Credit Usage and Payment Behavior" (El Impacto de la Asesoría Crediticia en el Uso de Crédito Posterior y el Comportamiento de Pago de los Tomadores de Préstamos), presentación expuesta en una Conferencia de Investigación de Temas Comunitarios del Federal Reserve System titulada "Sustainable Community Development: What Works, What Doesn't, and Why" (Desarrollo Comunitario Sostenible: Lo que funciona, lo que no y por qué), Washington, DC, marzo de 2003), www.federalreserve.gov/communityaffairs/national/CA_Conf_SusCommDev/pdf/statenmichael.pdf - PDF 279k (Ayuda PDF).

25 Según la Encuesta 2003 de Programas de Educación Financiera Elemental Patrocinados por Bancos realizada por CBA, el porcentaje de instituciones financieras que no evalúan sus otros tipos de programas de educación financiera es aun mayor: el 40 por ciento no evalúa sus servicios de asesoría crediticia, el 43 por ciento no evalúa su capacitación empresarial/para pequeños comercios, el 43 por ciento no evalúa sus programas para escuelas públicas y el 50 por ciento no evalúa sus programas basados en universidades.

26 TANF ofrece talleres que se centran en el empleo, servicios de asesoramiento para carreras y desarrollo intensivo de carreras diseñados para la transición de clientes monolingües a un estilo de vida autosuficiente y con empleo. El programa IDA es un plan de ahorros con equiparación por el cual los ahorros de los participantes son equiparados en una relación 1:1. Los fondos se pueden utilizar para comprar un bien económico con valor agregado, como una vivienda, educación post secundaria o un pequeño comercio. El programa IDA ofrece la capacitación financiera y el respaldo administrativo del caso que sea necesario para garantizar el éxito de aquellas personas que se hayan comprometido a alcanzar una estabilidad financiera para sí mismos y sus familias.

27 El Certificado de Matricula Consular es una tarjeta de identificación que los consulados mexicanos extienden a ciudadanos mexicanos que viven en el extranjero.

28 Angela C. Lyons y Erik Scherpf, "An Evaluation of the FDIC's Literacy Program Money Smart" (Evaluación del Programa de Educación Elemental 'Money Smart' de la FDIC), informe oficial para el Women's Bureau del Departamento de Trabajo, mayo de 2003; Angela C. Lyons y Erik Scherpf, "Moving from Unbanked to Banked: Evidence from the Money Smart Program" (Transición de la Exclusión Bancaria a la Bancarización: Evidencia del Programa 'Money Smart') Financial Services Review (2004, próxima aparición); y Angela C. Lyons, "Providing Effective Financial Education for the Unbanked: Evidence from a Chicago Case Study" (Educación Financiera Eficaz para las Personas sin Experiencia Bancaria: Evidencia de un Estudio de Caso en Chicago), 2003.

29 Las respuestas citadas corresponden a la encuesta original, pero los datos de la encuesta de seguimiento no cambian las conclusiones. A menos que se indique lo contrario, los porcentajes están basados en el número de encuestados que respondieron a cada pregunta particular y no en el número total de encuestados que completaron la encuesta. Las instituciones que no utilizaron el programa de estudios de Money Smart, por ejemplo, no respondieron a las secciones específicas de la encuesta en relación con Money Smart y quedaron excluidas de las tablas de frecuencia para esas preguntas.

30 Los porcentajes de respuesta correspondientes al uso de los módulos están basados en el número total de encuestados que utilizaron el programa de estudios de Money Smart de cualquier manera.

Acerca de los autores
Susan Burhouse es Economista Financiera de la División Seguro e Investigación de la FDIC.

Donna Gambrell es Subdirectora de Cumplimiento y Protección al Consumidor de la División Supervisión y Protección al Consumidor de la FDIC.

Angelisa Harris es Especialista Mayor en Programas para la Comunidad de la División Supervisión y Protección al Consumidor de la FDIC.

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